La televisión educativa "hace referencia a toda emisión de programas por televisión dirigidos específicamente a potenciar la información, con objeto de mejorar el estándar cultural de la población, y optimizar los niveles educativos de determinados colectivos (escolares, o profesionales). Su eje sustancial es la referencia educativa." (Sánchez, 1995: p.40)
La televisión educativa debe diseñar programas con una intencionalidad clara y expresa; los planteamientos técnicos deben aparecer supeditados a los didácticos, de ahí que los contenidos y las audiencias aparecen delimitados Ochoa (2003, p.3)
En el caso de la televisión educativa se utilizan medios y materiales complementarios, donde todos los elementos (códigos audiovisuales) se ponen al servicio de la educación-enseñanza-formación.
La televisión constituye una actividad de interés público que compete al Estado proteger y vigilar, su función social es:
v Contribuir al fortalecimiento de la integración nacional y al mejoramiento de las formas de convivencia humana.
v Afirmar el respeto a los principios de la moral social, la dignidad humana y los vínculos familiares.
v Evitar influencias nocivas o perturbadoras al desarrollo armónico de la niñez y la juventud.
v Contribuir a elevar el nivel cultural del pueblo y a conservar las características nacionales, a las costumbres del país y sus tradiciones, la propiedad del idioma y a exaltar los valores de la nación mexicana.
v Fortalecer las convicciones democráticas, la unidad nacional y la amistad y cooperación internacionales.
La televisión educativa y la equidad en la educación
Actualmente, con la entrada de televisión por cable al país, ya operan múltiples canales tanto educativos como culturales, tales como Discovery, Mundo, Hisrory, People And Arts, Animal Planet, National Geographip,Discovery-Kids,Travel, además de ciertos buenos documentales disponibles en otros canales, especialmente los de países europeos. Lo positivo es que casi todos vienen adaptados al idioma español, aunque las narraciones y diálogos traducidos a veces dejan mucho que desear, por ser realizados a través de traductores que no conocen la materia o con deficiencias en la redacción.
Lo ideal sería que estos materiales educativos fueran accesibles a toda la población, de lo contrario se estaría añadiendo un nuevo factor de inequidad entre las familias de amplios recursos y la mayoría de la población quizás las dos terceras partes que apenas puede sufragar su manutención básica. Sería muy deseable, entonces, que el gobierno tratara de democratizar el acceso a estos servicios, pues no se trata de simples lujos como lo sería un costoso libro ilustrado o un profesor privado, sino medios de comunicación masiva, que deberían estar accesibles a todos los grupos sociales, si realmente se quiere insistir en la equidad de los servicios educativos, que nadie duda son los mejores instrumentos para mejorar la calidad de vida de todos los sectores. y en especial los de menores recursos.
Es evidente que en Venezuela no se ha aprovechado adecuadamente este recurso tecnológico (tv educativa), ya que, poco se ha hecho en este campo, aparte de los esfuerzos pioneros del antiguo Ministerio de Educación a través de su división de Tecnología Educativa, los programas didácticos de
En años recientes, el esfuerzo más positivo ha sido delegado curiosamente al Arzobispado de Caracas, que ha tratado de aprovechar el canal 5 para convertirlo en un verdadero canal cultural, coordinando la obtención y transmisión de materiales educativos. De hecho, este canal conocido como ValeTV transmite toda una serie de documentales culturales, mayormente centrados en las ciencias naturales, la historia y la geografía. Pero aparte de algunos cortos hechos en el país casi todos provienen de otras naciones, introduciendo un nocivo elemento de transculturación, no sólo por las traducciones deficientes sino porque los contenidos muestran generalmente la cultura y los logros de países avanzados.
Actualmente, y en forma urgente, lo mejor que podría hacer el estado venezolano, sería publicitar mucho más dentro del sistema educativo los escasos programas culturales de la televisión pública, especialmente en los canales 5 y 8, e inclusive motivar a los profesores a grabar y utilizar en monitores ubicados en las escuelas los materiales transmitidos por la televisión satelital, algo que no estará contraviniendo ninguna ley ya que no se haría con fines de lucro. Todavía mejor sería que las autoridades educativas puedan persuadir a los poseedores de los derechos para retransmitirlos por ValeTV, o incluso por el canal 8 y los canales comerciales, para que sean accesibles a todo el público, sin distinción de clases o región geográfica. Esto, si se desea aprovechar los recursos televisivos disponibles sin hacer un costoso esfuerzo de producción propia, el cual sólo sería factible siempre si se pensara en un sistema de tv-educativa latinoamericano, financiado por todos los países de centro y sudamérica. Y, en cuanto a la democratización de los recursos informáticos ya abundantes incluso en español debería implementarse el tan reiterado plan de tener computadoras en cada escuela y liceo, con acceso al Internet y la disponibilidad de selectos cursos en discos compactos, pero siempre con una orientación profesoral para que los jóvenes con su natural curiosidad o interés errático no se desvíen hacia materiales malsanos o irrelevantes.
En fin, si realmente estamos convencidos que el deseable cambio social es un proceso que pasa a través de una educación eficiente, es hora de aprovechar al máximo todo material educativo que se pueda divulgar, democratizando el acceso a estos medios, con el fin no sólo de mejorar la enseñanza pública sino culturizar a amplios sectores de la población y así ayudarles a elevar su nivel de vida. Estas medidas, junto con una mejoría sustancial del sistema educativo formal público y privado harán sentir sus efectos a mediano y largo plazo y contribuirán sustancialmente a la esperada lucha contra la pobreza, que no puede dar resultados concretos y visibles a menos que se le conceda la necesaria prioridad a la educación.